EL FINAL DE UNA ÉPOCA II: Reflexiones
A partir de mañana, en mi viaje en autobus a Granada, tendré que decidir si quiero arriesgarme por una quimera, o si deseo seguir confortablemente estancado mientras veo como la gente que quiero evoluciona y me deja atrás.
Porque esa es, me ponga como me ponga, la verdadera cuestión.
Lo demás son excusas, mejores o peores, algunas muy buenas. Pero excusas.
Lo que me pregunto es si seré capaz de afrontar mi futuro. Si el pajaro, acostumbrado durante tanto tiempo a vivir en cautividad, tendrá valor para salir de su jaula; de si sus alas tendrán el músculo y la capacidad suficiente de volver a volar.
0 comentarios