Blogia
MEMORIAS DE UN SINGLE

Tu risa es una ducha en el infierno

Cuando empecé a escribir este blog y decía que ser "single urbano es una filosofía de vida" y otras memeces por el estilo, aún no la había conocido.  Si escribo esto (después de siete meses de silencio) es porque siento que escribiendo es más real.  Yo no sé si le gusto, si me podrá querer algún día.  Sufro cuando pienso que pueda escaparse de mi vida sin ser todo lo que está llamada a ser, todo lo que puede llegar a ser en ella.  Pero todo lo eclipsa ella, cuando está cerca se cancela la muerte, todo lo ocupa, como decía Neruda en un poema "todo lo llenas tú, todo lo llenas tú..."

Sólo sé que mañana y pasado la veré, que tenemos unas horas juntos.  Es suficiente.  Me siento tan huérfano cuando ella no está.  He estado tan agilipollado, tan distraído durante todo el día.  Hoy por primera vez en mucho tiempo, me desperté con una sonrisa pintada en la cara, con la música sonando en mi sangre, con el sentimiento de que el mundo puede ser un lugar perfecto, que quizás haya al fin un rincón de felicidad para mí, un destino, un lugar al que pueda llamar mi hogar...

Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.

Collar, cascabel ebrio
para tus manos suaves como las uvas.

Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.

Ellas trepan así por las paredes húmedas.
Eres tú la culpable de este juego sangriento.

Ellas están huyendo de mi guarida oscura.
Todo lo llenas tú, todo lo llenas.

Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,
y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.

Ahora quiero que digan lo que quiero decirte
para que tú las oigas como quiero que me oigas.

El viento de la angustia aún las suele arrastrar.
Huracanes de sueños aún a veces las tumban

Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.
Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.

Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.

Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas.


Me gustaría decirle muchas cosas.  A veces se la dicen mis ojos, mis manos, mi angustia... Pero me gustaría decirle que ella es el sol de la vida, el pan recién hecho, el periódico fresco, el rocío que riega mis mañanas, el más bello cuento que podría escribir, ella es...la vida.

y quiero tenerla cerca.  Es lo único que sé.

Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme

0 comentarios