Blogia
MEMORIAS DE UN SINGLE

Curriculum

Hola.  Demasiado tiempo sin pasarme por aquí.  ¿Qué es demasiado? Según las leyes de la física, ha podido pasar un segundo desde la última vez que estuve sentado aquí escribiendo unas líneas, para ese lector imaginario que sueño a veces que me lee y me comprende un poquito.  Pero solo un poquito, porque yo amo las cosas que solo entiendo un poquito, que en gran medida permanecen indescifrables para mí. Me gusta oir no solo de palabras o de razones, sino también escuchar el sonido de las palabras, su carga emocional, como una melodía que nos va sumergiendo sin que nos demos cuenta...Sin buscar explicación, sólo sentir... Pero basta de divagaciones.

Hoy he pagado la matrícula de tercero, con lo cual, de alguna manera empieza un nuevo curso, aunque aun faltará un mes para que lo veamos, con sus nuevas asignaturas virtuales (y alguna fantasma), con su reparto de buenos y malos profesores y esas prácticas que a veces parecen los doce trabajos de Hércules.  Pero no tengo ganas de hablar de estudios ahora.

Mi currículum académico está muy bien.  Pero a nivel personal y social es otra historia.  Yo sé que he invertido en el último curso mucho tiempo en prepararme asignaturas, tiempo que, como además tengo la suerte (porque es una grandísima suerte hoy día) de trabajar, implica sacrificar tiempo libre, tiempo de estar con amigos, tiempo de ocio, de conversaciones trascendentes e intrascendentes y tiempo en general.  Por sacrificar, he tenido en muchas ocasiones que sacrificar hasta ese tiempo que sirve para descansar entre una actividad y otra, el tiempo muerto, cuando no el tiempo de descanso, de sueño.

Ahora es verano, y parcialmente he recuperado parte de ese tiempo, sin embargo, ahora me cuesta disfrutarlo.  No encuentro con quien o que llenarlo.  Aquí es donde aparece ese gran vacío, esa gran carencia de la que este blog que escribí pensando en presumir de ella, no ha sido sino una excusa para hablar una y otra vez de dicho vacío. 

Resumiendo un poco ese otro curriculum que no es académico ni laboral:

 - Me aburren mis amigos, o mejor dicho, me aburro yo en compañía de ellos

 - Mi manera de entender la amistad no es "siempre que me llames quedaré contigo", sino "si me necesitas estaré ahí, solo tienes que pedírmelo" pero teniendo en cuenta que en la vida a veces se producen cambios de planes, de camino, traslados al extranjero o a otras ciudades.  Pero siempre he sentido que la amistad es como un trato firmado que no se rompe salvo que pase algo muy grave.  Que por circunstancias pueden pasar meses, incluso años, pero que sigo siendo amigo de mis amigos aunque no los vea tan a menudo. ¿Me equivocaba?

 - Me siento solo, pero tampoco hago nada para salir de esa soledad, en parte porque no se me ocurre que hacer, en parte porque siento que haga lo que haga, nada cambiará mientras no cambie yo, y algo en mi interior me dice que no estoy dispuesto a cambiar ¿Me equivoco? ¿Debería buscar esa persona o situación que me haga cambiar, o mejor debería ser yo el que ponga en marcha un proceso que contagie el mundo a mi alrededor?  Siempre he creído en esta última opción, pero en estos momentos agradecería enormemente que alguien me allanara un poco el camino ¿Cómo? sorprendiéndome, rompiéndome los esquemas, llevándome por terrenos que no conozco... de nuevo le estoy pidiendo a otra persona que haga lo que yo no hago...

 - Miro alrededor y siento rechazo por muchas cosas. Las relaciones entre otras personas me parecen en su mayoría patéticas.  Apego, miedo, celos, posesión, ganas de dominar... todo eso me da asco.  Me siento moralmente superior por no caer en esa trampa, siento una gran suficiencia que me hace sentirme diferente, más fuerte.  Hasta que llego sólo a mi cama y sólo me levanto y entiendo que aunque no quiero eso, quiero estar con alguien.  Como decían los Beatles en Help "necesito a alguien, pero no a cualquiera"

 - Estoy aburrido.  Mi vida me aburre, y sin embargo me gusta eso, me gusta esa tranquilidad, esa previsibilidad, aunque en cierta medida me está agotando... ¿Estoy dispuesto a cambiar este mundo rutinario y predecible por otro en el que quizás no voy a tener esa sensación de autonomía y seguridad que ahora tengo? Siento que me falta el impulso, o simplemente es que no quiero o no creo en mi mismo.  En cualquier caso, en un año o a lo sumo en dos, según me acerque al final de la carrera, tendré que tomar decisiones que hoy por hoy me aterran.

Este es a día de hoy mi verdadero curriculum.  No está mal, ¿verdad?

1 comentario

Grice y Leech -

Pues tienes un currículum muy interesante, en serio, pues dudas, temes, te contradices y hablas contigo mismo con sinceridad. Cosas todas ellas muy humanas y que te irán ayudando a encontrar todo lo que buscas.